sábado, 7 de junio de 2008

La Respiración, tu mejor habilidad desperdiciada.

“Para aprender necesitamos tiempo, atención y discriminación; para discriminar necesitamos sentir. Esto significa que para aprender debemos aguzar nuestras facultades de sentir y que si intentamos hacer la mayor parte de las cosas por pura fuerza, lograremos precisamente lo opuesto de lo que necesitamos."

Mientras aprendemos a actuar (entiéndase “actuar” como por ejemplo, aprender a disparar con precisión, a evacuar a un VIP, a tomar decisiones bajo estrés, etc.) debemos de contar con la libertad necesaria para prestar atención a lo que sucede en nuestro interior. Pues en esas condiciones nuestra mente estará clara, la respiración será fácil de controlar y no habrá tensión creada por el esfuerzo. Cuando el aprendizaje se efectúa en condiciones de máximo esfuerzo y éste ni siquiera parece suficiente, ya no hay manera alguna de acelerar la acción, impartirle mayor fuerza ni perfeccionarla, porque el individuo ya ha llegado al tope de su capacidad. Es en este punto donde la respiración se detiene; se hacen esfuerzos superfluos, hay una escasa capacidad para observar y ninguna perspectiva de mejoramiento”

Del libro “Autoconciencia por el movimiento” de Moshe Feldenkrais.

Para todos nuestros amigos que ya han estado con nosotros en alguno de nuestros cursos, saben bien que uno de los aspectos más importantes que estamos todo el tiempo recordando es el que no se les olvide respirar.

Es apasionante ver como la mayoría de algunos de ustedes cuando inician el curso, están acostumbrados (por enseñanzas o programaciones previas aprendidas) a utilizar la fuerza o a tener una actitud de “duro y rudo” para realizar su trabajo de protección (ya sea con armas o sin armas, para la defensa personal, para el sometimiento, etc.). Esta actitud y forma de trabajar (Tenso= No relajado = Sin respiración correcta) da como resultado que la mayoría del tiempo estén estresados, cansados (bueno, no incluyo en este argumento a aquellos que tienen jornadas nocturnas largas) y que durante la dinámica de los cursos (cualquier curso), están “luchando” con las técnicas que se les enseñan.


La mayoría de los alumnos descubren los beneficios del empezar a aprender a respirar de forma correcta durante los esfuerzos. Inhala por la nariz y exhala por la boca. Al respirar de esta manera para realizar algún esfuerzo físico o bien, cuando hay un factor emocional grande (miedo, dolor, temor, etc.), la capacidad de seguir operando (funcionando) no se ve disminuida a diferencia de aquellos que tratan de “aguantarse” y que su capacidad de responder o reaccionar, se ve limitada a una respuesta física pobre o una reacción emocional tipo cavernícola.

Durante todos nuestros cursos, les enseñamos a nuestros alumnos las diferentes formas de respirar para poder controlar su mente (y por consiguiente, su capacidad física para responder) dependiendo si están sintiendo dolor, miedo o bien, que están entrando en un pánico.

Lo importante no es la herramienta que tengas o te den (Que técnica de defensa, tipo de arma, calibre, etc.), lo importante es que SEPAS operar (funcionar) de forma eficaz esas herramientas y una respiración correcta te ayuda a operar mejor.

Nuestra filosofía no es tener una reacción emocional desbordada y violenta como otros métodos, esto puede funcionar algunas veces, sin embargo, el estado emocional y que se REFUERZA en este tipo de entrenamientos, es el equivalente a preparar un cavernícola con un mazo y sin capacidad de razonamiento y/o reflexión.

Recuerden amigos, “Entrenan para CONTROLAR sus emociones, no para REFORZARLAS”.

La respiración te ayuda a controlar tus emociones.

Espero verlos pronto en el próximo curso y recordarles con gusto: “¡Respiren!”


Josafath Magaña